martes, 8 de julio de 2008

Funny Games

El otro día fui a ver esta película al cine. Una gran peli, puede gustar o no gustar, pero desde luego, no dejará indiferente. Se trata de terror psicológico.

(...) El pequeño George, con lágrimas en los ojos, sujetaba una escopeta entre sus tiernas y temblorosas manos. "Amartíllala" - dijo el joven, ajustando el guante inmaculadamente blanco en una de sus manos. Se acercaba al pequeño, peligrosamente. El crío, haciendo palanca con la culata de la escopeta y sus caderas, amartillo ambos cañones. Mientras, el joven seguía acercándose. "Aprieta el gatillo" - dijo. El niño, con gruesos lagrimones corriendo sus mejillas, sí tenía claro que no quería que ni a él ni a sus padres les pasase lo que les había pasado a sus vecinos.
Apoyo la culata contra su pecho. Dudó. El joven continuaba acercándose.
Y, finalmente, apretó el gatillo.
Sólo que no había cartuchos en las recámaras. (...)


Esto sería, más o menos, una literaturalización personal de lo que pasaba en una de las escenas de la película. Nada agradable, desde luego.

¿Y si no es agradable, de qué se reía la pandilla de quinceañeros del cine?

Pues así toda la película, a carcajada limpia. Nos amargaron la película de mala manera, hasta tal punto que nos quejamos al salir de la sala (aunque claro, ya no había nada que hacer). Es triste gastarse una pasta en el cine (pq es una pasta), y que venga un imbécil a amargártela con sus comentarios y/o carcajadas.

Se trata de un problema de educación, evidentemente, pues yo no recuerdo haber hecho nada parecido, quitando la casa de mis padres, cuando tenía ... doce años.

En definitiva, un problema de educación y respeto por los demás ...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí me pasó hace tiempo algo parecido con un grupo de quinceañeros que comenzaron a hacer el idiota en el cine. A mi me dio un venazo, me fui a donde estaban y les dije algo así como que si volvía a oír una voz les daba una hostia que les hacía una cara nueva. No sé cómo lo debí decir pero la cosa es que les asusté, y a partir de ese momento estuvieron callados. Eso sí, uno de ellos dijo algo así como que "no tenía derecho a hablar así y que me iba a denunciar".

En ese caso responder a la violencia (violencia que los chavales ejercían sobre el resto de los espectadores) con más violencia funcionó, pero realmente podía haber sido contraproducente si ellos hubiesen pensado que se trataba de un farol mío (o podríamos haber acabado todos en comisaría, que casi es lo que yo andaba buscando, aunque no sé si al final los chicos aprendieron algo o no. La verdad es que a veces resulta exasperante).

Mel Hython dijo...

Bueno... probablemente es que esta película no es muy adecuada para quinceañeros. Pero tampoco me parece tan difícil de entender.

Una posible respuesta emocional a una escena como la que describes es quedarse impactado, conmovido por lo 'terrible' que se ve. Pero se trata de una película a fin de cuentas, así que otra posible respuesta emocional es la 'incredulidad'. Si imaginas que en lugar de una peli seria es una de 'Conan' partirse el culo riéndose de lo ridículo que resulta tdo sería una reacción 'razonable'. Tal vez para unos quinceañeros acostumbrados a la brutalidad en las películas pero la seguridad en la vida real Funny Games, parezca como 'una de conan'.

Por otra parte (y espero que no), otra posible explicación es que lo encontrasen 'chulo', es decir, que simpatizasen con la brutalidad violenta y se riesen divertidos por encontrar algo tan 'chulo'.

En cualquier caso, mala solución hay excepto irte a ver pelis en versión original donde no suele haber quinceañeros. Por cierto, una mejor opción en el caso de Funny Games.