viernes, 23 de noviembre de 2012

Asesino

Esta semana ha visto la publicación de Asesino. Más que una aventura conversacional, es un hiperrelato, creado con un Undum.

Sinopsis
La historia trata de un asesino, quien ya tiene a su víctima atrapada y se la va a cargar. Para ello, la ha secuestrado y se la ha llevado a Fraguas, un pueblo abandonado que efectivamente existe en la realidad (esta es la única conexión con algún tipo de evento real, por cierto).

Lo lógico es que el jugador al comienzo sienta un tanto de repulsa por las acciones del protagonista, y que poco a poco pase de la repulsión a la comprensión (o no), provocando, o esa es la intención, una serie de sentimientos encontrados. El final está abierto a tres posibilidades.

Cuestiones técnicas
El manejo de Undum es muy sencillo, aunque es necesario programar un tanto en Javascript. Para ello, empleé el editor Komodo Edit, que tiene un buen soporte para Javascript.

En cuanto al relato en sí, normalmente lo hubiera implementado como una aventura conversacional, pero hubiera sido una aventura absolutamente linear, sin grandes decisiones que tomar (excepto al final), con muchos recuerdos por parte del personaje protagonista, que hubiera habido que forzar (o peor, confiar en que el jugador hubiera tecleado "recordar" tras visualizar una breve pista en algún momento). Así, y dado que tenía ganas, por otra parte, de probar Undum, decidí que era el momento de abandonar el terreno conversacional. No es que sea una decisión definitiva, ni nada por el estilo, aunque desde luego es una forma que también permite llegar a más público. El tiempo dirá...

2 comentarios:

Jenesis dijo...

Yo también creo que es más adecuado a su lectura como hiperrelato, de haber sido una conversacional hubiera sido demasiado corta y habría que haberla llenado de provocaciones que animaran al jugador a dar el siguiente paso.

Me pasa con esta historia lo mismo que con todas aquellas que no tiene un final definido. Tomes la opción que tomes siempre termina cargando en la conciencia del lector, la culpa de si ha actuado como un pobre hombre o como un pobre diablo. No hay final que satisfaga en ningún caso.

Este relato deja claro que la mayoría de nosotros, no somos jueces, ni verdugos, sino víctimas de las circunstancias.

Buena historia Baltasar, felicidades.

baltasarq dijo...

¡Vaya! Me alegra que te haya gustado, Jen. Dentro de lo gris de la historia, se entiende...